Cocinar una salsa de tomate en casa, puede ser una tarea sencilla. No obstante, si quiere obtener un sabor único y similar al que te sirven en los restaurantes, debes perfeccionar tu técnica.

De este modo, para acompañar pastas o cocinar el relleno de una lasaña, debes considerar varios factores, como el tipo de tomate, la cocción, y los ingredientes que le aportarán otros sabores.

El tipo de tomate

Para preparar una buena salsa, es fundamental seleccionar una materia prima de buena calidad. Así lo destaca el chef español Paco García en el sitio El País, quien recomienda descartar “esos tomates que parecen de cartón y apostar por los de la temporada“. En este contexto, señala que debes preferir los que tengan mayor jugosidad y concentración de azúcares.

Asimismo, la chef Micaela Geminiani, no descarta preferir tomates pelados en conserva, ya que tienen poca acidez y funcionan muy bien al cocinarlos.

Ingredientes extras

Si bien el ajo y la cebolla son los ingredientes recomendados para acompañar la salsa, algunos chefs buscan otras alternativas. “Un poco de puerro, pimientos y zanahoria” para que haya más profundidad de sabor, recomienda el cocinero Enrique Medina.

Por otra parte, añadir trozos de carne o tocino durante unos minutos de la cocción, le aportarán un sabor ahumado a tu preparación, asegura el chef Juanfran Robles.

Las salsas más densas se utilizan como base para un guiso o para un sofrito, porque nos interesa que el sabor esté más concentrado. Sin embargo, las más líquidas son perfectas para un arroz a la cubana o como acompañamiento“, describe el cocinero José Manuel Miguel.